1 abr 2011

Manifiesto no-amor (cuasi corriente de la conciencia)

El poema no es para decir cuanto amas a una persona,
o decirle que sus labios son un dulce rocío que genera los más bellos sentimientos
o que sus pechos son dos montes que cualquier hidalgo lucharía por llegar a la cima,
no basta con escribir; te hecho de menos o cada vez que aparece la luna en el cielo estrellado recuerdo tu hermoso rostro bañando el mio o; todo el amor que tengo te lo entrego y mi cuerpo
se esmera en demostrártelo cada vez que nos tocamos con una bría pasión.
¿porqué apelar a un solo sentimiento?
Toda la maldita retórica ha quedado sumida a una sola palabra, el amor, qué ocurre con la jarana,
con esas festines rimbombantes donde el pudor queda de lado y las sinfonías del sexo comienzan
a repartir coitos entre los asistentes de la orgía, mientras sus cuerpos infestados de alcohol danza al compás de cacofonías que rompe el silencio de la noche, y la vida nocturna inunda nuestras almas perdidas. Qué ocurre con los cazadores de cuerpos inertes que profanan el sueño profundo de aquellos redimidos por la caridad cristiana y los seducen en extrañas circunstancias para satisfacer necesidades que el mundo no entiende.
No solo de amor vive el hombre, ese sentimiento que tanto deseamos a lo largo de nuestra vida y que pareciera que no se irá jamas de nuestros corazones no es más que un capricho de Eros; el amor es sexo, es fugacidad, diversión, compañerismo, orgías, drogas, dioses, masturbación y soledad.
No hagamos de la poesía la felicidad de los mentirosos, no hablemos de amor por ella o por él, hagamos poesía con altura, con bajeza, con mierda, con vasos de agua y de vidrio, con todo lo que está alrededor de nuestra existencia, hay más que un solo sentimiento y la poesía no es su herramienta.
Libremosnos de las cadenas de la poesía/amor, dejemos que sea poesía/todo.

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