22 feb 2017

Recuerdos

Vi la sombra de tu rostro hundiéndose en el fango
detrás venía la muerte, serena y sonriente
tu te dabas vueltas y chillabas
ella sonreía y se alegraba

tu color de piel se tornaba morado
tu respiración se cortaba en ritmos
que solo la muerte pudo hacer armonías
cánticos profundos que solo desgarrarán
tu piel en intensa letanía

no correrás no comerás
no amarás, no dormirás
te canta la muerte al oído

no lo harás, solo te hundirás
más de lo que estas
en tu propio fango
tu condena es sangrar tus entrañas
y sentir el ardo de lo que es el sufrir

o que bella canción gritaba la muerte
 y como danzaba al compas de tus gritos

no hay nada más hermoso
que pudrirse en el fango de los sentimientos
acorralado por nuestro propio peso
algunos le llaman muerte en vida
yo les llamo recuerdos






14 feb 2017

No rezar

Somos silencio entre las calles
miradas que vienen y van
de hombres y mujeres que rezan
a un dios que no aparece entre nuestras calles
y cada día  rezamos por un plato de comida
que nos llene ese vacío en el alma

y nos mueva para seguir adelante
sobre un futuro incierto, sobre sueños
que se esfuman cada fin de mes
cuando la vida se tiene que cobrar

cuando nuevamente la boca se tiene que llenar
y no puedes pensar libremente
por que la cabeza se llena de agobio
dónde estas? dónde estas?

el silencio se ahoga en el pensamiento
en la vida, en el despertar, en el mirar
tu vida, tu casa, tus hijos, tus sueños
pero por alguna razón sigues ahí

rezando por ese pan
buscando ese dios entre las calles

7 feb 2017

Levantamiento de un alma ensombrecida hacia el primer paso y el final de otro

Subí por la más alta cadena de los pasos ajenos
viviendo un mar de emociones casi como una tormenta
y bajé de ellas, nade, me regocije y masturbé

soñe con el viento en mi rostro y la brisa bañandome
acariciandote y soltando el cuerpo que se ungía en el agua
caí en las más profundas aguas de la agonía una vez perdido
naufragando en la desolación del sentimiento perdido

vagué pasos y pasos, me ahogué y me pudrí solo
en la más profundas de las tinieblas llorando mi desdicha

una corriente me sacó de mi letargo dolorido
la piel se me reencarnó y volví con mi rostro enfurecido
mi puño alzado y el pensamiento si brumas ni tormentas

el mar ya era un pequeño lago al fondo de la tierra
yo en cambio era un hombre y una mujer, fortalecido
con la mirada fija en el objetivo
con la fe y la esperanza de que esta tierra cambiará
y no serán las manos mias quien la transforme
serán las manos de miles de hombres y mujeres
que día a día la labran desde su sombras al acecho

lo sé, lo sabemos, todos lo sabemos se están preparando
desde el ojo clandestino que todo lo ve y lo juzga
desde ese ojo perspicaz que con tamaño esfuerzo labrado
ha construido paso a paso esta esperanza cierta de que todo cambiará

mis manos están dispuestas a labrar

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