Si me muevo en dos pies y desconfío de mis pasos
asi como de quien me da un abrazo
no sirvo para vivir
ni para sostener a quien más quiero
miro esos pequeños ojos fijamente
me río de su sonrisa
y decido enteramente
que todo con ella va muy de prisa
no confío en sus palabras
menos en sus gestos
no creo como se mueve
ni si quiera de sus besos
la ira infunde mi pecho envalentonado
gozoso de la sabrosa rabia que me invade
golpeo el viento como quien golpea una muralla
esperando el grito más desgarrador la abrace
no soy su alma gemela
tampoco quien quiere que sea
no soy tampoco lo que soy
ni menos sé hacia donde voy
solo sé que la rabia me acompaña
día y noche en mi camino
soltando urgentes llamaradas
de lo que fue mi sino.
21 sept 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario