Se enciende un cigarro y el humo comienza a
danzar
el té está caliente y el vapor se une al baile
las manos frías se calientan en una cálida
conversación
los ojos se miran intensos y radiantes
adentro no hay frío
el tiempo se detiene
la luz es tenue e ilumina a los dos cuerpos
mientras se abrazan mutuamente
entre cigarros y té
Así es la postal; una cálida imagen
instantánea e intensa
presa de nuestro pasar porteño.
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