28 nov 2009

Querido Pedro:

Hayer estuve tomando el té frente a la ventana y recordé aquellos hermosos días en que vacacionabamos juntos en playa blanca, salir a caminar por la tarde cuando el viento revolvía nuestras cabelleras, ahora que estoy sola frente a la ventana me doy cuenta por que te fuiste, sé que no es tu culpa, pero es que yo no podía soportar vivir sin nuestro hijo, cada día lo recordaba con más fuerza que nunca, y eso me fue cerrando el corazón y a ensimismarme cada vez más que me olvidé de ti y de nuestros cercanos, me gustaría que volvieramos a caminar como antaño y reírnos de todas las cosas que sucedían a nuestro alrededor.
Espero que si todavía te acuerdas de mi no me odies y me perdones por haberte quitado lo más preciado que tenías después de tu hijo, se que no es fácil perdonarlo y menos ahora donde te encuentras.

Se despide con Amor Paula.


remitente: cementerio "el recuerdo"

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