En mis
ojos veo mi diminuto reflejo
del niño
que fui
jugar en
la soledad de mi cuarto
correr
tras los amigos que se fueron
y
voltear la mirada de quienes me quisieron
añoro
volver a esa soledad
donde mi
mundo estaba en mi
sin
responsabilidad
sin
irresponsabilidad
donde en
cada juego era un dios
creador
de mil mundos
hacedor
de mil historias
pero ya
estoy aquí
más
viejo, más canoso
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